lunes, 23 de mayo de 2011

ORIGENES DE LA UNIVERSIDAD: PARTE II

*Lcdo. Marcelo Almeida Pástor Mgs.

Los ibéricos asediaron al continente del Abya Yala con un brazo ensangrentado, y con una aventura llamada "civilizadora". El fanatismo dogmático hizo de la horca y el cuchillo las herramientas del juicio y la imposición. Estos europeos no discernían sino a lo suyo como lo único y verdadero, qué podía significar “el pensamiento y la cultura del otro”, si a su juicio provenía de los "salvajes, semihumanos, seres infieles, herejes y bestias adoradoras de ídolos diferentes a los católicos".

Muchos años después de aquella “campaña civilizadora”, llegó a estos lares, un programa educativo que tomó en cuenta a los nativos. Es así que la Bula de Julio II del 28 de Junio de 1508 a través de la Universalis Ecclesial Regiminis determinó la futura organización de la enseñanza en la colonia. Se organizaron las escuelas primarias para españoles, mestizos e indios, los Seminarios para la Instrucción del Clero -de conformidad al Concilio de Tridento-, las escuelas de artes y oficios, los conventos y finalmente las esperadas UNIVERSIDADES.

En España y en los territorios de ultramar -bajo la tutela de la corona y el papado- se transplantó “el modelo universitario”, con ello se estableció la organización de universidades con Facultades Mayores y Menores. En las primeras desarrollaban estudios de Derecho, Economía, Leyes (código civil), Teología y Medicina; en cambio las segundas, se daba cabida al estudio de las Artes y la Filosofía entre otras.

La experiencia y el nivel alcanzado en España por las Universidades de Salamanca y Alcalá de Henares, las convirtió en el prototipo organizacional, jurídico y académico tanto en el país como en territorios allende los mares. Se quería unificar bajo una sola cultura y un solo credo a todos los territorios conquistados, se buscaba permeabilizar zonas de influencia, de las ideas que la reforma protestante divulgaba a la época; así como, contrarrestar el surgimiento de nuevas ideologías peligrosas para las proyecciones geopolíticas del señorío colonial.

En 1538 las hispanias anclaron sus tareas en Santo Domingo, REPÚBLICA DOMINICANA a través de la creación de la primera Universidad. Sucesivamente implantaron otras en tierra firme, quizá las más importantes estuvieron en México y Lima. Ochenta y dos años después, los esfuerzos por preparar cuadros para la administración religiosa y del estado, motivaron a los jesuitas la creación en Quito de la REAL y PONTIFICIA UNIVERSIDAD SAN GREGORIO MAGNO en 1620. Más tarde, al vaivén de aperturas y cierres por los acontecimientos de la época, se llamó Santo Tomás de Aquino (1688); en 1786 se desvinculó de la administración religiosa hasta que la acción emancipadora del brazo libertario del General Bolívar, el 18 de marzo de 1826 la convierte en UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR, junto a sus similares en Caracas y Bogotá gracias a un Decreto Legislativo de la flamante nación Grancolombiana.

En las colonias anglosajonas la historia de la vida universitaria fue otra, ocurrió en el año 1639, es decir 99 años después de la experiencia española, cuando el Colonial College adopta el nombre del filántropo John Harvard y se constituye en Universidad. Aún más distinta fue la situación en el mundo lusitano, pues Sao Paulo y Río de Janeiro tardíamente en 1931 dan origen a su primogénita Universidad, son casi cuatrocientos años de espera; esto se debe a la realidad histórica que vivió la península Ibérica con la invasión napoleónica de 1808, situación que obligó a la Corte Portuguesa a desplazarse a los territorios conquistados en el Brasil, para desde allí desenvolver la vida administrativa, social, política, cultural y educativa de la Metrópoli y su Corona.

* Docente universitario de pregrado y postgrado.

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