jueves, 20 de octubre de 2011

Reflexión de un cuento de negocios de Marianne Jennings

Por Geoconda Fiallos


Prof. de Estudios Sociales
Maestrante de Ciencias de la Educación PUCESA

Es común escuchar en nuestros días que los valores están en completa decadencia, pues la corrupción al trastocar los valores de la sociedad   confunde y vuelve casi intangible la distinción entre lo correcto e incorrecto dando lugar a una Cultura de la Amoralidad.

Estupefactos hemos observado como personas que no han sabido conducir su vida siguiendo principios éticos, han llegado a sobresalir  en cualquier ámbito laboral , esto nos ha  hecho  vociferar , con cierto tono de envidia,  la frase : ¡ Qué suerte tiene ¡. Esa tan ansiada suerte que un día nos gustaría que toque nuestra puerta porque estamos seguros de merecerla.

El  vivir en   un mundo materialista, en donde  hemos puesto como  objetivo principal  la obtención de bienes que ayuden a satisfacer nuestras necesidades básicas , ha permitido que nos olvidemos de cultivar la nobleza del alma  que algún día nos permitirá trascender.
 Una persona trasciende cuando deja una huella en la vida de los demás, cuando no escatima esfuerzo alguno para que la humanidad cambie, aunque sea un poco, cuando a diario libra una dura batalla contra el mal para poder obrar con rectitud. Trascender es lograr que no sólo te recuerden como imagen fugaz, sino es lograr que aun después de la muerte tu vida continúe escribiéndose.

La obra  Un cuento de Negocios es un llamado a la reflexión  sobre cómo debemos actuar en nuestro diario vivir , a menudo estamos  expuestos a dejarnos tentar por una serie de actos inmorales   para facilitar el cumplimiento de nuestros más grandes ideales ,pues basándonos en el lema:  El mundo es de los vivos y solo   ellos   triunfan en la vida , optamos por  recurrir  a pequeñas  artimañas que nos van  a ayudar  en la realización  de los mismos .

Quizás el cometer actos de inmoralidad nos dará un efímero grado de satisfacción. Sin embargo las repercusiones de nuestros actos llegarán después  cuando  al estar en la cima del éxito todos los pasos falsos y fechorías salgan  a la luz  y el sabor amargo que nos dejara será imborrable convirtiéndose  en una  lacra con la que tendremos que vivir durante  nuestra larga existencia.

Es muy importante que cada uno de nosotros vayamos trazándonos metas y avizorando el camino que debemos seguir, un camino en donde primen los principios éticos, morales y espirituales   para poder hacer frente a cualquier situación que tienda a querernos desviar de la ruta trazada. Tenemos que ser conscientes de que  los triunfos no llegan de la noche a la mañana sino  que son el resultado del esfuerzo, perseverancia y de cómo conduzcamos nuestra vida por el sendero de la rectitud.

CONCLUSIONES
·         La moral constituye el elemento fundamental de la formación del ser humano envuelve su grado de conciencia frente a la sociedad.

·         Si algún día alcanzamos el éxito no nos traerá felicidad el saber que este fue fruto de la inmoralidad

·         No nos desviemos del camino que nos conduce a hacer lo correcto así tengamos que  enfrentarnos a una serie de vicisitudes

·         Actuar correctamente siempre y tener la conciencia tranquila por algo que se ha hecho, son dos principios que deberían regir nuestra vida hasta el final de nuestros días.

RECOMENDACIONES
·         Los padres de familia somos los llamados a educar con el buen ejemplo, cimentando en nuestros hijos valores que le servirán como guía en cada  minuto de su vida.

·         No debemos convertirnos en cómplices de algún acto inmoral  por el simple hecho de ser aceptados dentro de un grupo.

Debemos ser honestos con nosotros mismos   y con los demás,  aceptando las fallas que tenemos y comprometiéndonos a cambiar ,pues de esta manera podemos mejorar nuestra conducta y el buen proceder que debe ser nuestra carta de presentación

lunes, 17 de octubre de 2011

Reflexión sobre cuento de negocios de Marianne Jennings



Por José Lascano
Profesor de Eduación musical
Maestrante de Ciencias de la Educación- PUCESA

Tratar temas sobre Ética profesional, pues es una ciencia humana que comparten objetivos, que pretende aportar herramientas para la vida del ser humano que sea útil a nuestra sociedad, en nuestras clases aprendimos que de emprender un trabajo debemos olvidarnos de nuestros problemas y siempre estar alegres y a cada momento ser felices.
La Felicidad
La felicidad. ¿Qué es la felicidad? ¿Cómo se llega a ella? A primera vista, preguntas simples, pero al meditarlas se descubre la profundidad y complejidad de ellas. Una aparentemente simple pregunta cómo ¿qué es la felicidad? tiene una gran cantidad de respuestas distintas, ninguna de las cuales se podría asegurar que está totalmente correcta, ni incorrecta. Simplemente depende de cada uno de nosotros; lo mismo sucede en el caso de cómo alcanzar la felicidad. En cuanto a qué es la felicidad, existen una gran cantidad de respuestas.
Platón la definió: Como lograr el equilibrio entre las partes del alma; esto es vivir de acuerdo al orden natural.
Santo Tomás de Aquino la identifica: con la contemplación beatífica de Dios, y la vida de un santo. Ahora bien en la actualidad el concepto de felicidad ha cambiado. Por definición de diccionario sabemos que es un estado de ánimo que se complace con la posesión de un bien, sin embargo muchos sostienen que los bienes materiales no son necesarios para alcanzarla, y hasta otros la definen como un estado de ánimo que se alcanza mediante el despego de los bienes, tanto materiales como morales, o espirituales.
En mi opinión se puede definir como un estado de ánimo sublime de satisfacción y bienestar espiritual.
Ya definida la felicidad como tal, más importante es el cómo alcanzarla. Esta interrogante tiene aún más respuestas que qué es la felicidad, y es también mucho más trascendente, debido a que las vidas de las personas giran alrededor de la felicidad, y el cómo alcanzarla define como una persona vive su vida, y por que no vivir en amor constante.
 En cuanto a la Biblia misma, en ella se nos dice en la famosa parábola del joven rico vete, vende todo lo que tienes y reparte el dinero entre los pobres, y tendrás un tesoro en el Cielo. (Marcos 10, 21) También la Biblia nos dice, en las bienaventuranzas, que Felices ustedes los pobres, porque de ustedes es el reino de Dios. Felices ustedes los que ahora tienen hambre, porque serán saciados.
En nuestro caminar encontraremos muchas adversidades, y No sabemos que hacer para seguir adelante pues muchas veces sentimos desfallecer y nos damos  por vencidos, y parece que cuando solucionamos un problema, aparece otro. Frente a ellas debemos presentar una actitud positiva, no como una zanahoria que parece fuerte pero cuando el dolor te toca, te vuelves débil y pierdes tu fortaleza, tampoco como un huevo, que comienza con un corazón dócil, pero después de una muerte, de un rencor, de una separación o un despido se ha vuelto duro y severo, pero logremos ser como el grano de café, que cuando las cosas se pongan mal, podamos reaccionar con sabiduría, sin dejarnos vencer por las circunstancias de nuestras vidas y hacer que las cosas a tu alrededor mejoren, y que ante la adversidad exista siempre una luz que ilumine nuestro camino, siempre esparciendo él dulce aroma del café con la Bendición de nuestro padre DIOS.
En nuestra vida, muchas veces, tenemos que ser como el águila protegernos por algún tiempo y comenzar un proceso de transformación. Nos debemos desprender de ataduras, vicios, malas costumbres, de corrupción, de anti valores y otras tradiciones del pasado.                         
En al ámbito mundial, nuestras sociedades están sufriendo una decadencia de valores éticos y morales, tanto el ámbito público como el privado que se refleja más que todo en los sectores dirigentes. Esta falta de valores nos ha llevado a una corrupción.
Corrupción
Poco se ha estudiado sobre la Corrupción en el Sector Educativo de nuestro país, El término corrupción, proviene del vocablo latino "corrumpere" que quiere decir "echar a perder". La corrupción en el ámbito ético la vemos y la sentimos cuando los profesionales ya sean llamados abogados, constructores, ingenieros, profesores, rectores, etc. Abusan de sus clientes o también los que generalmente utilizan sus servicios también, se ve en los médicos que en vez de mirar su profesión por el bien que le hacen a la humanidad solo lo miran desde el punto de vista económico, con esto no estamos queriendo decir que todos los profesionales son corruptos pero si todas las profesiones tienen corrupción sea cual sea.
La corrupción, particularmente la política, es un hecho que está a la vista de todos, por tanto, todos estamos, moralmente, los obligados  a participar  en su combate; y los gobiernos, elegidos  para representar el pueblo y velar por el desarrollo social, deberían ser los primeros en adoptar la normas éticas indispensables para que la conducta de sus funcionarios sea transparente, efectiva y legitimada por la opinión pública 
 En la medida que nuestra sociedad se encuentre  girando en un círculo vicioso , alrededor de ingentes capitales de mala procedencia destinados a engordar las finanzas de los partidos políticos  y, estos a su vez,  auspician  candidatos que al ser electos,   están prestos a devolver  los  favores  succionando las arcas fiscales del Estado, a sabiendas que,  también, los Organismos de Control  encargados de prevenir, descubrir o sancionar la corrupción se encuentran envilecidos y , por lo tanto, subordinados  a su voluntad.

domingo, 16 de octubre de 2011

Reflexión de un cuento de negocios de Marianne Jennings


Reflexión del libro: “Un cuento de negocios. Un relato sobre ética, opciones, éxito y un conejo muy grande"

Por: Marcelo Mantilla F.
*Licenciado en Ciencias de la Educación, Especialización Química y Biología
*Doctor en Ciencias de la Educación, Mención Educación Ambiental
*Magister en Docencia Universitaria y Administración Educativa
*Diplomado Superior en Informática Educativa para la Educación Universitaria
*Diplomado Superior en Gerencia con Programación Neuro Lingüística
*Diplomado Superior en Tecnologías para la Gestión y Práctica Docente
*Maestrante del Programa en Ciencias de la Educación
*Docente de Educación Media y Superior
*Consultor Educativo y Asesor de Proyectos de Investigación y de Inversión.

La información que sigue es producto de una reflexión sobre el libro de Marianne Jennings, “Un cuento de negocios. Un relato sobre ética, opciones, éxito y un conejo muy grande”.
Hablar de ética es escudriñar la esencia humana en todas su dimensiones, por eso la autora se inventa un conejo con un solo propósito: perseguir la consciencia del su amo o amigo: Edgar, protagonista de  esta historia, un conejo grande pero invisible a los demás humanos, únicamente presente en la mente y realidad del mundo de su acompañante, un hombre comprometido en poner en práctica la famosa expresión o sistema de valores que su fantasma o pooka le enseñara: “No sería honesto. No estría bien”.
Producto de esta filosofía de accionar en la vida, Edgar, perfila su rol en la sociedad apegado a principios y valores que se vuelven práctica común en su formación humana y personal desde la infancia cuando le apareció su pooka y que lo practicaría hasta cuando se vuelve un hombre próspero en el mundo de los negocios y finanzas, su vida no fue fácil, le rodearon elementos adversos a su convicción desde los compañeros de aulas escolares acostumbrados a copiar desde sus “fichas nemotécnicas” los exámenes escolares hasta la falsificación contable en las grandes corporaciones donde tuvieron la oportunidad de colaborar.
Edgar cobijado por su praxis axiológica fue un modesto colaborador de cobros de peaje, lugar donde vio pasar el tiempo con rectitud y prudencia, con serenidad y tolerancia, mientas sus compañeros de aula rápidamente escalaban puestos ejecutivos en las corporaciones y arribaron a la cúspide del éxito, la realización personal y la gloría financiera sin mirar las circunstancias y las implicaciones que sus malas prácticas le significaría en el futuro: la quiebra, el despido, la prisión.
Jennings, trae como corolario algunos postulados producto de su historia que bien valen analizarlo independientemente:
“La honestidad es un asunto exigente” y tiene razón, en una sociedad mercantilista, vacía de principios y valores que sólo piensa en la fortaleza de lo económico y material, es muy difícil sacar fuerza de flaqueza para vencer las tentaciones de la corrupción y la mentira. Ser honesto ya no es un valor cotizado, al contrario es un sinónimo de lentitud y retardo frente a las oportunidades que la mala práctica comercial y administrativa maneja en la vida diaria.
“Seguir las reglas del juego significa sufrir una contrariedad de vez en cuando”. Si la sociedad impone estándares axiológicos de desarrollo convivencial, que no están apegados a las normas del bien hacer y del bien actuar, se genera un conflicto existencial en las personas que privilegian los valores humanos como una práctica de vida, pues bien lo dice el refrán “o estas con migo o estás en  mi contra” este es el punto de quiebre entre el bien y el mal. Hay que tener la solvencia y fortaleza moral para direccionar los actos humanos en función de la línea correcta que demarca la fina división entre lo saludablemente ético y lo perjudicialmente corrupto.
“Hacer lo correcto, a menudo, implica más trabajo” y se da por la siguientes razones: lo correcto no siempre es fácil, muchas veces hay que enfrentarse contra el sistema establecido e imperante y esa lucha tenaz requiere esfuerzo y desgaste de energías, además mucha voluntad y fuerza de carácter para decir “no” cuando hay que decir “no” y para aceptar lo que humana y socialmente está establecido como norma social y jurídica aceptada.
“Ser ético a veces significa ir atrás en la carrera” pero esto es solo un espejismo, cierto es que los corruptos llegan pronto a la cúspide de sus realizaciones pero es tan cierto también que, mientras más alta es la subida, más dura es la caída cuando no se ha obrado con justicia y con ética en la vida. De manera que la percepción de viajar lento es solo un espejismo de comparación errada entre lo éticamente responsable y lo aceleradamente corrupto.
“Espere siempre una pequeña burla por comportarse éticamente”, es penoso reconocer pero así es la triste realidad con las personas que manejan su vida éticamente responsable: no siempre serán aceptados en los grupos donde la práctica de vida sea la corrupción, el soborno, la estafa. El honesto queda como “tonto” ante la sociedad o el círculo de su incumbencia empresarial o laboral,  motivo de su accionar.
“Ser ético significa que usted tiene que hablar claro”, si se practica el axioma que por la verdad hay que morir, ser ético representará decir y obrar tal cual las circunstancias correctas lo exigen, aun que haya intereses de por medio que puedan quedar trastocados, la verdad siempre brilla al final del camino.
“Alguna veces la ruta ética permite que se presenten las oportunidades” y sería obvio, en una sociedad correcta se practicará acciones correctas, con gente correcta, por tanto, son oportunidades que muy pocas personas tienen acceso. La honestidad premia, y como tal, un hombre éticamente correcto será cotizado significativamente como un elemento valioso en el campo laboral.
“A fin de cuentas quien es ético vence…. y con tranquilidad de consciencia”. Nada más saludable, emocional y espiritualmente satisfactorio que tener su consciencia en paz y tranquila, bien lo dice el refrán: el que nada debe, nada teme. Cuando se obra correctamente hay una paz interior que revitaliza el organismo y le infunde de energías para seguir obrando con consciencia y rigor ético todas las acciones de la vida: el estudio, la familia, el trabajo, etc. etc.
“Las fallas éticas rondan a quienes corren rápido”, la desesperación por alcanzar el éxito es una trampa para lo éticamente responsable, quienes aplican los principios maquiavélicos que “el fin justifica los medios” bien podría olvidarse de los valores morales y principios éticos con tal de arribar a dónde quiere llegar, solo para satisfacer su yo interior, egocéntricamente inflado y vacíamente equilibrado.
“El éxito proviene de hacer lo que es honesto y correcto” y tiene razón, no hay éxito sin sacrificio, pero un sacrificio que premia cuando la praxis de la vida está apegada a principios y valores que justifiquen nuestro paso por la vida siempre propendiendo a ser seres humanos de bien y profesionales de valor en la justa dimensión del bien por el bien a través del tiempo y del espacio.